El encuentro inicial del Comandante Ernesto Che Guevara con La Habana se produjo en horas de la madrugada del tres de enero de 1959.

El Che llegaba a la capital cubana en correspondencia con la orden que impartiera Fidel Castro quien ante la maniobra de elementos reaccionarios para tratar de evitar un auténtico triunfo revolucionario, tras haberse fugado el dictador con algunos de sus colaboradores más cercanos, encomendó tanto al Che como a Camilo Cienfuegos que se trasladasen de inmediato desde la provincia de Las Villas para La Habana para proceder a la ocupación de importantes instalaciones militares. El Che ocupó el Castillo de San Carlos de La Cabaña.

De la llegada del Che a La Habana y lo que hiciera de inmediato contó Juan Alberto Castellanos, quién formaba parte de la tropa rebelde encabezada por el Comandante Guevara.

Él señaló que al llegar al poblado de Cuatro Caminos el Che preguntó si había un camino por donde entrar a la capital que no fuera a través de la Carretera Central.

Precisó que entonces los combatientes rebeldes se dirigieron hacia Santiago de Las Vegas y después recorrieron las avenidas de Boyeros, Vía Blanca, la del Puerto y finalmente llegaron a la Cabaña.

“Cuando llegamos a la Cabaña, detalló Castellanos, sería la una o una y media de la madrugada. Aquello estaba lleno de soldados, y cada compañía había colocado sus armas en montoncitos, y también un grupo de revolucionarios, que con brazaletes del Movimiento 26 de Julio había penetrado en la fortaleza. El Che habló a los soldados y les dijo que quien no había cometido crímenes no tenía que temer a la justicia revolucionaria. En una parte de su alocución recordó que los guerrilleros deben aprender la disciplina de ustedes, los soldados, y ustedes deben aprender de los guerrilleros cómo se gana una guerra.

Comentó, además, que algunas horas después el Che se dirigió al edificio de Radio Centro en la zona del Vedado y se refirió a lo que ocurrió al llegar donde estaban los estudios de radio y televisión de CMQ.

“Cuando llegamos, unos combatientes del M-26-7 (Movimiento 26 de Julio) nos dijeron que era peligroso subir al tercer piso, donde estaba la emisora de radio, porque no había seguridad para el comandante.

El Che les dijo: Mi seguridad son los muchachos que vienen conmigo. Y subimos.

Varios días después, el 8 de enero, el Che participa en el emotivo recibimiento que le tributan los habitantes de la capital cubana a Fidel Castro y a los demás integrantes de la Caravana de la Libertad.

Y el 9 de enero para él tuvo también una especial significación porque en el aeropuerto internacional “José Martí”, en La Habana, recibe a sus padres y uno de sus hermanos, quienes viajaron a Cuba en junto a un grupo de revolucionarios cubanos que tuvieron que exilarse en Argentina.

Ya el 13 de enero en La Cabaña crea una academia militar cultural como reflejo de su preocupación por la superación de los integrantes del Ejército Rebelde.

El 15 de ese mes inicial del período revolucionario habla en el acto que el Colegio Médico de Cuba ofrece en su honor.

Y señaló al respecto:“Yo les confieso que nunca me sentí extranjero, ni en Cuba ni en cualquiera de los países que he recorrido, he tenido una vida un poco aventurera. Me he sentido guatemalteco en Guatemala, mexicano en México, peruano en Perú, como me siento cubano en Cuba y naturalmente como me siento argentino aquí y en todos los lados, ese es el estrato de mi personalidad.”

El 27 de enero en la sede de la Sociedad cultural Nuestro Tiempo, el Che ofrece una charla en la que hace referencia a cómo se desarrolló la lucha revolucionaria y las proyecciones sociales del Ejército Rebelde.

También destaca alguna de las principales tareas por realizar en ese instante, y resalta la importancia de la unidad para llevar adelante la revolución.

“Hoy todo el pueblo de Cuba está en pie de lucha –enfatizó- y debe seguir así unido para que la victoria contra la dictadura no sea transitoria, y sea este el primer paso de la victoria de América.”

De la presencia y labor del Che Guevara en La Habana queda mucho por señalar. En esta oportunidad sólo he tratado con respecto a algunas de las actividades públicas por él realizadas en el mes de enero de 1959.

Como dirigente revolucionario el Che tanto en el transcurso de 1959 como en los años sucesivos, hasta 1965 que salió de Cuba hacia el continente africano, en su primera misión internacionalista, La Habana fue escenario de muchos importantes hechos y actividades en los que el Che participó, desde actos políticos y culturales, asambleas y otros tipos de eventos, hasta encuentros que sostuvo con dirigentes políticos y revolucionarios de América Latina, visitas a fábricas y universidades y jornadas de trabajo voluntario que realizó en diversos centros.

De la presencia y labor del Che en La Habana continuaré tratando y recordaré, primero, en forma específica lo que hizo en el año 1959, el año inicial del proceso revolucionario cubano.

[Radio Rebelde]