Che y los compañeros heroicos del Destacamento de Refuerzo
2014.05.01. 21:53
Como un destacamento de combatientes invencibles calificó el 17 de octubre de 1997 en Santa Clara el Comandante en Jefe Fidel Castro al Che y a los demás combatientes caídos en Bolivia, cuyos restos habían sido traídos a Cuba y que serían depositados en el Mausoleo creado en el Memorial situado en la plaza de la Revolución “Ernesto Che Guevara”.
Varios minutos después de haber concluido su discursos del máximo líder de la Revolución Cubana los restos del Che y de los seis compañeros, que hasta ese momentos habían sido localizados y trasladados a Cuba en el mes de julio de ese año, resultaron depositados en el citado Mausoleo donde el propio Fidel también encendió una llama eterna en homenaje a los caídos.
Durante dos días los restos del Che y sus compañeros habían sido expuestos en la Biblioteca provincial “José Martí” de esa ciudad donde decenas de miles de cubanos, sobre todo procedentes de las provinciales centrales, le rindieron homenaje al igual que lo habían hecho los residentes en La Habana en la Plaza de la Revolución “José Martí” y el día 14 durante el recorrido que realizó la caravana desde la capital cubana hacia Santa Clara.
Fidel en la parte inicial de su discurso ese 17 de octubre señaló “Con emoción profunda vivimos uno de esos instantes que no suelen repetirse. No venimos a despedir al Che y sus heroicos compañeros. Venimos a recibirlos.”
Detallo cómo sentía al Che y con gran significación y emoción expresó: que lo veía como un gigante moral que “crece cada día, cuya imagen, cuya fuerza, cuya influencia se han multiplicado por toda la tierra.”
Y de inmediato preguntó: “¿Cómo podría caber bajo una lápida?
¿Cómo podría caber en esta plaza? ¿Cómo podría caber únicamente en nuestra querida pero pequeña isla?
Y a manera de respuesta a las citadas interrogantes, precisó que sólo en el mundo con el cual soñó, para el cual vivió y por el cual luchó hay espacio suficiente para él.
Resaltó la trascendencia histórica del Che y la vigencia de su ejemplo y de su legado al decir que “más grande será su figura cuanta más injusticia, más explotación, más desigualdad, más desempleo, más pobreza, hambre y miseria imperen en la sociedad humana y que se elevarán los valores que defendió cuanto más crezca el poder del imperialismo, el hegemonismo, la dominación y el intervencionismo, en detrimento de los derechos más sagrados de los pueblos, especialmente los pueblos débiles, atrasados y pobres que durante siglos fueron colonias de Occidente y fuentes de trabajo esclavo.”
E igualmente enfatizó que más resaltará su profundo sentido humanista cuantos más abusos, más egoísmo, más enajenación; más discriminación de indios, minorías étnicas, mujeres, inmigrantes; cuantos más niños sean objeto de comercio sexual u obligados a trabajar en cifras que ascienden a cientos de millones; cuanta más ignorancia, más insalubridad, más inseguridad, más desamparo.
Y al referirse a cómo la vida y la obra del Che influía y podría seguir influyendo en las actuales y futuras generaciones de revolucionarios y en los pueblos en general agregó: “Más descollará su ejemplo de hombre puro, revolucionario y consecuente mientras más políticos corrompidos, demagogos e hipócritas existan en cualquier parte.
“Más se admirará su valentía personal e integridad revolucionaria mientras más cobardes, oportunistas y traidores pueda haber sobre la tierra; más su voluntad de acero mientras más débiles sean otros para cumplir el deber; más su sentido del honor y la dignidad mientras más personas carezcan de un mínimo de pundonor humano; más su fe en el hombre mientras más escépticos; más su optimismo mientras más pesimistas; más su audacia mientras más vacilantes; más su austeridad, su espíritu de estudio y de trabajo, mientras más holgazanes despilfarren en lujos y ocios el producto del trabajo de los demás.”
En el discurso pronunciado el 17 de octubre de 1997 unos instantes antes de procederse a situar los restos del Che y los de otros seis combatientes internacionalistas caídos en Bolivia, Fidel recordó que el Che fue un verdadero comunista “y hoy es ejemplo y paradigma de revolucionario y de comunista.”
Y añadió que fue maestro y forjador de hombres como él y que consecuente con sus actos, “nunca dejó de hacer lo que predicaba, ni de exigirse a sí mismo más de lo que exigía a los demás.”
Recordó la actitud y las proezas realizadas por el Che durante la lucha revolucionaria en Cuba y también afirmó que “nada para él era imposible, y lo imposible era capaz de hacerlo posible.”
Señaló que un combatiente puede morir, pero no sus ideas y que los interesados en eliminarlo y desaparecerlo no fueron capaces de comprender que su huella imborrable estaba ya en la historia y su mirada luminosa de profeta se convertiría en un símbolo para todos los pobres de este mundo, que son miles de millones.
Resaltó que jóvenes, niños, ancianos, hombres y mujeres que supieron de él, así como las personas honestas de toda la tierra, independientemente de su origen social, lo admiran y que el Che seguía en ese instante librando y ganando más batallas que nunca.
Y destacó el simbolismo que tenía para los cubanos que estuviera presente en ese momento en Cuba irradiando con la fuerza de vida digna, con sus enseñanzas, con sus motivaciones y aseguró: “¡Gracias, Che, por tu historia, tu vida y tu ejemplo!
“¡Gracias por venir a reforzarnos en esta difícil lucha que estamos librando hoy para salvar las ideas por las cuales tanto luchaste, para salvar la Revolución, la patria y las conquistas del socialismo, que es parte realizada de los grandes sueños que albergaste!
“Para llevar a cabo esta enorme proeza, para derrotar los planes imperialistas contra Cuba, para resistir el bloqueo, para alcanzar la victoria, contamos contigo.
“Como ves, esta tierra que es tu tierra, este pueblo que es tu pueblo, esta revolución que es tu revolución, siguen enarbolando con honor y orgullo las banderas del socialismo.”
Concluyó sus palabras con esta frase de gran simbolismo: “¡Bienvenidos, compañeros heroicos del destacamento de refuerzo! ¡Las trincheras de ideas y de justicia que ustedes defenderán junto a nuestro pueblo, el enemigo no podrá conquistarlas jamás! ¡Y juntos seguiremos luchando por un mundo mejor! ¡Hasta la victoria siempre!”
[Radio Rebelde]
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