Valoraciones del Che Guevara acerca de la batalla de Pino del Agua
2014.05.01. 21:49
El 16 de febrero de 1958 los integrantes del Ejército Rebelde bajo la dirección del Comandante Fidel Castro obtuvieron una victoria decisiva en la batalla de Pino del Agua.
Ya unos meses antes los combatientes rebeldes, en septiembre de 1957, habían sostenido otro enfrentamiento con los soldados de la tiranía en este lugar en el que había un pequeño poblado alrededor de un aserrío en la Sierra Maestra.
Tanto sobre ese primer combate como la posterior batalla el Comandante Ernesto Che Guevara comentó en los trabajos que publicó tras la victoria de la Revolución en los que reflejó sus vivencias y otros aspectos de la guerra librada contra la tiranía batistiana.
Con respecto a la batalla librada el 16 de febrero de 1958 en Pino del Agua el Che señaló en un trabajo publicado en la revista Verde Olivo el 19 de enero de 1964: “El plan estratégico era muy simple: Fidel, sabiendo que había una compañía entera en el aserrío, no tenía confianza en que nuestras tropas pudieran tomarlo; lo que se pretendía era atacarlo, liquidar sus postas, cercarlo y esperar a los refuerzos, pues ya sabíamos bien que las tropas que van en camino son mucho más hábiles que las que están acantonadas. Se establecieron las distintas emboscadas de las cuales esperábamos tener resultados grandes. En cada una pusimos el número de hombres equivalente a la probabilidad de que por allí viniera el enemigo.”
El Che especificó que el ataque fue dirigido personalmente por Fidel, cuyo Estado Mayor estaba directamente a la vista del aserrío, en una loma situada al norte y de la que se dominaba perfectamente el objetivo.
En la madrugada del 16 de febrero de 1958 comenzó el ataque fulminante de Camilo Cienfuegos Gorriarán, quien arrolló a los guardias de las postas, tomó 11 armas, entre ellas dos fusiles ametralladoras, capturó tres prisioneros e infligió ocho bajas.
Pero sucedió algo inesperado: los soldados retrocedieron y lograron organizar la resistencia, así como aumentaron su poder de fuego, por lo que la batalla se prolongó.
Tras detallar las emboscadas que se prepararon por sí acaso desde otros lugares la dictadura movilizaba fuerzas hacia Pino del Agua el Che señaló que las predicciones de Fidel se cumplían, puesto que desde el Oro de Guisa una vanguardia de una compañía de soldados se dirigió hacia ese lugar y fue atacada por los combatientes rebeldes.
Los resultados exitosos del enfrentamiento sostenido por segunda vez por integrantes del Ejército Rebelde con fuerzas de la dictadura batistiana en Pino del Agua, en la Sierra Maestra, posibilitaron el desarrollo inmediato de la lucha revolucionaria en la provincia de Oriente.
En primer lugar la dictadura se vio obligada a retirar sus fuerzas militares de Pino del Agua y unas semanas después Fidel decidió ampliar el radio de acción del Ejército Rebelde en la provincia de Oriente con la creación de los denominados II Frente “Frank País” y III Frente “Mario Muñoz Monroy”, respectivamente.
Precisamente el Che llegó a comentar sobre la significación que tuvo la victoria en la batalla de Pino del Agua: “A los pocos días de este combate se produce uno de los hechos más importantes de la contienda, la columna 3, bajo el mando del comandante Almeida, parte de la región de Santiago y la columna 6, “Frank País”, bajo el mando del comandante Raúl Castro Ruz, cruza los llanos orientales, se interna en los Mangos de Baraguá, pasa a Pinares de Mayarí y luego forma el Segundo Frente Oriental “Frank País.”
El Che además de haber dado su aporte de modo directo al desarrollo de la lucha revolucionaria en Cuba, entre diciembre de 1956 y finales de 1958, fue después del triunfo de enero de 1959 un cronista de la guerra de liberación nacional.
En diversos trabajos que publicó en la Revista Verde Olivo y en otras publicaciones ofreció detalles en torno al desarrollo de esa epopeya y con rigor histórico expuso valoraciones en torno a los combates y batallas libradas por los combatientes rebeldes, incluso no sólo basadas en sus apreciaciones personales sino contando con las vivencias de muchos de los demás participantes en las acciones.
Sus trabajos fueron recogidos después en un libro identificado como Pasajes de la Guerra Revolucionaria, que ha sido reeditado en varias ocasiones y que constituye una obra de singular importancia para todos los que se interesen por conocer detalles en torno a la guerra de liberación librada por los cubanos en contra de la dictadura militar reaccionaria que existió en el país a partir de marzo de 1952 y hasta finales de diciembre de 1958.
Sobre la labor del Che Guevara como cronista de la guerra revolucionaria, Fidel señalaría al respecto en la velada solemne en homenaje al Che celebrada en La Habana el 18 de octubre de 1967 en la Plaza de la Revolución “José Martí”: “Sus narraciones de la guerra son insuperables. La profundidad de su pensamiento es impresionante. Nunca escribió sobre nada absolutamente que no lo hiciese con extraordinaria seriedad, con extraordinaria profundidad; y algunos de sus escritos no dudamos de que pasarán a la posteridad como documentos clásicos del pensamiento revolucionario."
[Radio Rebelde]
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