El Che Guevara en la Conferencia Mundial sobre Comercio y Desarrollo
2014.05.01. 21:29
El 25 de marzo de 1964 el Comandante Ernesto Che Guevara al intervenir en nombre de Cuba en la Conferencia Mundial sobre Comercio y Desarrollo que se realizó en Ginebra, Suiza, combatió con la fuerza de la palabra en defensa de la causa de los pueblos que sufrían de manera muy especial los graves problemas que afectaban al mundo, y de modo muy específico a los países subdesarrollados, como consecuencia del colonialismo y el neocolonialismo.
El Che detalló que en esa conferencia Cuba expresaría su opinión a través de los distintos prismas que configuran su peculiar situación en el mundo, “pero basará su análisis en su condición más importante y positiva: la de un país que construye el socialismo.”
Y enfatizó: “En su condición de latinoamericano y subdesarrollado se unirá a las demandas principales de los países hermanos, y en su condición de agredido denunciará desde el primer momento todas las maquinaciones tramadas por el aparato de coerción del poder imperial de los Estados Unidos de América.”
En su discurso se refirió, incluso, al peligro que entrañaba para el comercio y la paz mundial las inversiones de capital extranjero y el negativo papel que desempeñaban algunas instituciones financieras capitalistas, tales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Precisó al respecto: “Entendemos claramente y lo decimos con toda franqueza, que la única solución correcta a los problemas de la humanidad en el momento actual, es la supresión absoluta de la explotación de los países dependientes por los países capitalistas desarrollados, con todas las consecuencias implícitas en este hecho.”
Y añadió: “Hemos venido aquí con clara conciencia de que se trata de una discusión entre representantes de aquellos pueblos que han suprimido la explotación del hombre por el hombre, de aquellos países que la mantienen como filosofía de su acción y del grupo mayoritario de los que la sufren, y debemos establecer el diálogo, partiendo de la realidad de estas afirmaciones.”
Ante los participantes en el evento, el Che igualmente denunció las agresiones perpetradas contra Cuba tras el triunfo de la Revolución, y recordó cómo a través del tiempo los Estados Unidos de América habían realizado múltiples maniobras para tratar de perpetuar su dominio sobre nuestro país.
Puso como ejemplo el Tratado de Reciprocidad Comercial que fuera firmado por Cuba y los Estados Unidos en 1934, y que dio el control práctico del mercado cubano a los monopolios norteamericanos.
El Che igualmente hizo referencia a la situación que padecían otros países y al aludir a la triste experiencia económica que se apreciaba en América Latina en esos instantes, manifestó que las inversiones extranjeras de naciones desarrolladas extraían ganancias millonarias, a través de la mal llamada Alianza para el Progreso.
Trató con la sinceridad que le caracterizaba en relación con la injusticia, el servilismo y la falta de principios de los hombres que estaban al frente de diversos países y organizaciones a nivel internacional y que actuaban de espaldas o en contra de los anhelos y las auténticas necesidades de los pueblos y de la humanidad en general.
La tribuna de este evento sirvió además para que el Che fustigara la desigualdad existente en el mundo entre países desarrollados y subdesarrollados.
Puntualizó la política que debía asumir la conferencia sobre comercio y desarrollo convocada por la Organización de Naciones Unidas para evitar la continuación de las diferencias entre las grandes potencias y las naciones en vías de desarrollo.
El Che expuso los principios básicos internacionales que debían establecerse en el evento para el buen funcionamiento del comercio mundial.
Expuso: “El mundo tiene hambre, pero no tiene dinero para comprar comida, y paradójicamente en el mundo subdesarrollado, en el mundo del hambre, se desalientan posibles expansiones de la producción de alimentos para mantener precios, es decir, para poder comer. Es la ley inexorable de la filosofía del despojo, que debe cesar como norma de relaciones entre los pueblos.”
En la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo el Che al referirse a los hombres y mujeres que en cualquier parte del mundo luchaban por hacer prevalecer los derechos de los pueblos, instó a todos a continuar manteniendo una actitud firme frente a las potencias extranjeras y a trabajar por la unidad de los que padecían las consecuencias de las acciones de los países poderosos.
Al igual que lo había hecho unos años antes, al participar en una conferencia internacional en Punta del Este, Uruguay, el Che representó a Cuba dignamente en la primera conferencia sobre comercio y desarrollo convocada por las Naciones Unidas.
Y allí expuso algo que tiene todavía una gran significación y vigencia puesto que entonces manifestó:“Resulta inconcebible que los países subdesarrollados, que sufren las enormes pérdidas del deterioro de los términos de intercambio, que a través de la sangría permanente de las remesas de utilidades han amortizado con creces el valor de las inversiones de las potencias imperialistas, tengan que afrontar la carga creciente del endeudamiento y de su amortización, mientras se desconocen sus más justas demandas.”
Sus análisis fueron muy certeros y explicó las causas del intercambio desigual y del endeudamiento, pronosticó su agravamiento y la vida le ha dado la razón puesto que en la actualidad es mucho más crítica la situación de los países subdesarrollados que la que padecían en la década de los años sesenta en la pasada centuria.
El Che, incluso, en su intervención en la primera conferencia de las Naciones Unidos sobre Comercio y Desarrollo propuso posibles soluciones a los problemas existentes y puede decirse que varias de las cuestiones por él señaladas siguen siendo demandas básicas que plantean los países subdesarrollados en diversos foros internacionales.
Para ejemplificar lo anteriormente señalado basta recordar que el Che planteó en su discurso: “Cuba afirma que debe surgir de esta conferencia una definición del comercio internacional como instrumento idóneo para el más rápido desarrollo económico de los pueblos subdesarrollados y discriminados y que esta definición debe conllevar la eliminación de todas las discriminaciones y diferencias, aún las que emanan del supuesto trato igualitario. El trato debe ser equitativo, y equidad no es, en este caso igualdad, equidad es la desigualdad necesaria para que los pueblos explotados alcancen un nivel aceptable.
El Che planteó además en esa conferencia económica internacional que debía trabajarse para dejar establecidas las bases para la implantación de una nueva división internacional del trabajo mediante el aprovechamiento pleno de todos los recursos naturales de un país elevando progresivamente su grado de elaboración hasta las más complicadas formas de la manufactura.
Entonces el Che enfatizó: “Igualmente la nueva división del trabajo deberá lograrse a través de la restitución de los mercados para los productos tradicionales de exportación de los países subdesarrollados que les han sido arrebatados por las medidas artificiales de protección y estímulo a la producción de los países subdesarrollados.”
[Radio Rebelde]
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