Complejo escultórico Che Guevara: 25 años irradiando luz

Por: María Luisa García Moreno
Fotos: Lozano

En 1988, el 28 de diciembre —aniversario de la batalla de Santa Clara—, fue inaugurada la Plaza de la Revolución Ernesto Che Guevara, uno de los sitios de mayor interés en la ciudad.

Posteriormente, en 1997, cuando se trajeron los restos del Che y seis de sus compañeros de hazaña, y en el 2009, cuando se fundó el Mausoleo del Frente de las Villas, se produjeron ampliaciones que dieron lugar a lo que hoy se denomina Complejo Escultórico Ernesto Che Guevara, integrado por cinco áreas funcionales: la plaza —atravesada por la Avenida de los Desfiles—, la tribuna, el museo, el Memorial y el Mausoleo del Frente de Las Villas.

El proyecto estuvo a cargo de los arquitectos Blanca Hernández Gibernau y Jorge Cao Campo , quienes en estrecha colaboración con el reconocido escultor José Lázaro Bencomo (Delarra), la erigieron.

En la inauguración estuvieron presentes el general de ejército Raúl Castro Ruz, hoy presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y, entonces, segundo secretario y ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y Vilma Espín, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, así como familiares del comandante Ernesto Che Guevara.

La plaza cuenta con una extensión de 17 556 metros cuadrados y capacidad para concentrar a cien mil personas. Su piso fue terminado en terrazo integral y forma dibujos que simbolizan figuras humanas unidas.

La tribuna posee una superficie de 2 000 metros cuadrados y capacidad para 900 personas; sobre ella se localizan los elementos escultóricos-monumentarios principales.

A cada lado se alzan catorce palmas, en total veintiocho, las cuales indican día y año del nacimiento de Ernesto Guevara: 14 de junio de 1928. Al fondo, dos fuentes con forma de estrellas recuerdan la boina del guerrillero inmortal.

* Lo que más llama la atención en el complejo es la monumental escultura del comandante Guevara, levantada sobre un pedestal de 6,8 metros de altura. El Che de la escutura es el jefe de la columna invasora, el comandante guerrillero que dirigió la batalla de Santa Clara.

Su rostro expresa tesón y fuerza, pero también el sufrimiento y cansancio naturales en las postrimerías del combate, tras las intensas jornadas de la Invasión y, en general, de la guerra libertaria. Refleja dolor por la pérdida de valiosos y queridos compañeros, y seguridad de la victoria. Su figura presenta un brazo enyesado a causa de una fractura, mientras que en el otro lleva un fusil; el ajado uniforme es una evidencia más del accionar combativo.

El segundo elemento del monumento es el mural, que en su cara principal, la que da el frente a la Plaza , presenta a relieve 144 figuras, las cuales representan personajes y momentos trascendentales de la guerra. Allí se encuentran: Fidel Castro, Celia Sánchez, Camilo Cienfuegos, combatientes de las fuerzas del Che, así como algunos guerrilleros que luego cayeron en la guerrilla boliviana: es el caso del capitán Eliseo Reyes Rodríguez (Rolando o San Luis) y Orlando Pantoja Tamayo (Olo). También se muestran hechos como la Invasión llevada a cabo por las columnas no. 2 y 8, la Campaña de Las Villas y la épica batalla de Santa Clara, con la toma del cuartel no. 31 y el descarrilamiento del tren blindado.

En la cara posterior del mural aparece grabado el recorrido de ambas columna invasoras, dirigidas por sus respectivos comandantes: Camilo y Che.

* El tercer volumen presenta, en uno de sus laterales, al Che en el trabajo voluntario, actividad de la que fue impulsor, y, en el otro, la juventud y la Campaña de Alfabetización; allí pueden verse el farol —símbolo de la Campaña —, brigadistas y pioneros. En la cara principal o frontal aparece el texto íntegro de la carta de despedida a Fidel, escrita por el legendario guerrillero antes de partir para el Congo Belga en 1965.

Los otros dos elementos son jardineras; en ellos se recogen dos importantes ideas del Che: la conclusión a la que que llega el joven médico durante uno de sus recorridos por América —“... estaba en aquellos momentos en Guatemala, la Guatemala de Arbenz..

Entonces, me di cuenta de una cosa fundamental, para ser médico revolucionario o para ser revolucionario, lo primero que hay que tener es revolución”.— y su vocación latinoamericanista e internacionalista —“Me siento tan patriota de Latinoamérica, como el que más y en el momento en que fuera necesario, estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie”.

Debajo y detrás del monumento se halla el museo —también el Memorial, aunque cuando se inauguró la plaza aún no existía—. Esta institución cultural desempeña un significativo papel en la educación patriótica de las jóvenes generaciones. En sus 390 metros cuadrados , se muestran las diferentes etapas de la vida del Che a través de imágenes fotográficas, documentos y objetos.

La batalla de Santa Clara fue una de las más significativas en la derrota del ejército de la dictadura batistiana. Dirigida por el Che, marcó la implicación del inolvidable guerrillero con esta ciudad. En conmemoración de su 30 aniversario fue levantada esta plaza, que, a su vez, lleva 25 años irradiando luz.

[Pionero.cu]